Una mano anónima,
y un bisturí silencioso,
buscando órganos sobrevivientes
entre la materia sometida
por las confusiones de la carne
y el secreto de la vida.
Solamente un soplo
y un número
quedarán en la madera
del cóncavo ataúd;
lo ausente habitará
el vacío infecundo
de otros cuerpos.
Y el universo se poblará
de criaturas desenterradas:
serán los hijos de Frankenstein
o el moderno Prometeo.
(1) Mary Shelly (1797-1851) autora de Prenkenstein-obra de ciencia ficción.
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